El tiempo, un tema muchas veces ignorado
Por: Gladys Alonso, Encargada de Comunicaciones de la Fundación Paraguaya
A muchos emprendedores nos pasa que, al iniciar nuestro emprendimiento, le dedicamos 100% de nuestro tiempo y dejamos de lado muchas otras cosas que hacíamos previamente. Esta actitud es normal, pero a la larga puede traer consecuencias contraproducentes e insostenibles porque sentiremos que no llegamos a un tiempo con las cosas o sentiremos angustia respecto a si estamos haciendo lo suficiente, también podríamos tener sentimientos de culpa si dejamos de lado las actividades de nuestro emprendimiento para hacer otras de nuestro día a día.
Todo esto provoca que vivamos como si estuviéramos jugando una carrera y sin darnos cuenta pasamos años manteniendo este ritmo de vida. Para solucionar esto, debemos ser conscientes que no solo nuestro emprendimiento es importante, también las demás actividades que hacemos fuera de ese círculo porque esto nos permite alcanzar un equilibrio en nuestra vida. Además, tenemos que reconocer la necesidad de participar de espacios para aprender, descansar y disfrutar y, por sobre todo, entender que realizar estas actividades NO ESTÁ MAL.
De ahí nace la importancia de saber administrar nuestro tiempo. Pero, ¿cómo lo hacemos? Organizar nuestro tiempo consiste en distribuir por categorías las actividades que debemos y queremos realizar, asignándole un porcentaje de tiempo, durante el cual debemos ser bastante pro activos. Esta es una rutina que, al principio parece difícil y complicado, pero una vez que lo vamos poniendo en práctica logramos ver resultados favorecedores en nuestras vidas y lo adoptamos como un hábito.
Por ejemplo, si sos un emprendedor pero seguís teniendo un trabajo fijo, anotá el porcentaje de tiempo que te lleva ese trabajo, luego con el porcentaje de tiempo que te sobra distribuílo en el tiempo que le dedicarías a tu emprendimiento y a las demás actividades que querés realizar.
Esta práctica constante de manejar nuestro tiempo de una manera responsable con nosotros mismos y con nuestras actividades nos llevará a desarrollar un hábito en nuestra personalidad que consiste en ser más organizados. Además logramos entender que muchas veces el problema no es la falta de tiempo, sino la falta de organización y comprensión de nuestras actividades.
No olvidemos que el que abarca mucho poco aprieta, y es mejor hacer las cosas de una manera lenta asegurándonos de que todo saldrá bien teniendo siempre en cuenta que nuestra estabilidad emocional y física es lo más importante y que tener tiempo para nosotros mismo no tiene por qué estar mal.
