La discapacidad no detiene a nadie
Por Iván Ortega
Impulsor de Inclusión Financiera
¿Una Persona con discapacidad hasta donde puede aprender? ¿Las Personas con discapacidad no pueden desempeñar todos los roles dentro de la sociedad? ¿Las personas con discapacidad pueden emprender?
La educación inclusiva busca atender las necesidades educativas individuales de cada niño/a, joven y adulto con énfasis a aquellos que están en situación de vulnerabilidad y de exclusión social.
Es un proceso que responde las diversas necesidades relacionadas a las discapacidades, pero no exclusivamente, las necesidades educativas especiales (NEE) también forman parte de ella.
Muchas de las instituciones u organizaciones consideran que la inclusión educativa es un niño/a o joven con discapacidad física (personas en silla de ruedas o muletas, etc.), pero el ámbito es muy amplio. Por ejemplo, en el ámbito escolar, el niño con coeficiente intelectivo inferior o superior al rango normal, necesita de las adecuaciones curriculares y si no se trata esa necesidad se está faltando a este derecho que le corresponde.
Actualmente no solo se está impartiendo educación inclusiva a niños dentro de una institución educativa, sino que también hay diversas organizaciones con enfoque inclusivo a personas con discapacidad para que puedan desarrollar y potenciar sus habilidades, aprender oficio y desenvolverse como personas autónomas e independientes.
Con los Programas de Educación e Inclusión Financiera de la Fundación Paraguaya se está logrando que las personas con discapacidad se empoderen, se capaciten en emprendedurismo y se aventuren en el mundo de las microempresas como personas exitosas, todo esto con materiales adaptados.
El programa se aplica a nivel país y hay personas que se dedican a la artesanía, cría de ganados, agricultura, producción y venta de productos de limpieza y a la par se está logrando que todos los colaboradores y asesores puedan capacitarse para dar un trato adecuado a todas las personas con discapacidad.
Una persona con baja visión tenía la ilusión de emprender un negocio y ser independiente, pero no tenía las posibilidades para poder lograr ese objetivo, con el apoyo de la Fundación Paraguaya, a través de su programa inclusión financiera, él logró poner un puesto de venta de asaditos.
El negocio está prosperando y esto le permite viajar cada mes a Buenos Aires para un tratamiento de salud. Sin embargo, quería diversificar sus ingresos y, aprovechando los viajes, solía llevar dos o tres termos forrados a sus conocidos y su iniciativa fue cada vez más solicitada. Actualmente su principal emprendimiento es llevar los termos forrados por cantidad y comercializar en el vecino país.
¡Que tu discapacidad no sea una limitante para frenar tu educación ni mucho menos el progreso personal! ¡Que tu discapacidad no evite que seas un emprendedor exitoso!
