Memorias y aprendizajes de una visita a Haití

Por Juan Fernando Gómez
Semáforo de Eliminación de Pobreza [Poverty Stoplight Team]

Eran alrededor de las tres de la tarde en la oficina de Fonkozé en Mirebalais, y todo indicaba que íbamos a finalizar una visita de campo sin contratiempos. No habíamos terminado el tercer focus group del día, cuando Reginal Jules, coordinador del Semáforo en Haití, irrumpió el ambiente al momento en que grandes ideas empezaban a florecer.

Nuestra conversación sobre cómo ayudar a los niños víctimas de la pobreza quedó inconclusa, pues desde Puerto-Príncipe llegaba la orden de acabar el focus group de manera inmediata. Las manifestaciones sociales, previstas para el fin de semana, se adelantaron y corríamos el riesgo de no llegar a Puerto Príncipe como consecuencia de posibles bloqueos viales.

Afortunadamente pudimos llegar a la ciudad y disfrutar de sus hermosas montañas, la calidez de su gente y la deliciosa comida caribeña. Sin embargo, lo más destacable de nuestra estadía, fue el trabajo que hicimos con Fonkozé, una ONG local que busca generar un cambio positivo a través del microcrédito y otros programas sociales. En equipo, adaptamos la metodología del Semáforo de Eliminación de Pobreza a su contexto.

Para cumplir con este objetivo, estuvimos atentos a cada detalle, desde las coloridas pinturas que se vendían en la calle, hasta el ímpetu de las tormentas que acallaba la noche haitiana. Sin embargo, una de las cosas que más nos llamó la atención fue la cantidad de niños que vimos en las calles. De hecho, durante un focus group con beneficiarias de CLM (Chemen Lavi Miyò), un programa que busca sacar a mujeres de la pobreza extrema, salió a flote, como común denominador, la preocupación por el bienestar de sus hijos.

El grupo de señoras era consciente de la necesidad de que sus hijos crezcan en un ambiente sano y seguro. Esta preocupación se refleja en el indicador propuesto por Fonkozé: “Desarrollo de la primera infancia”, el cual busca motivar a los adultos de cada familia a compartir frecuentemente con sus hijos, pues un buen acompañamiento durante los primeros años de vida es crucial para su crecimiento.

Otro aspecto que afecta a los niños víctimas de la pobreza es el hambre y la desnutrición. Carine Roenen, directora del programa CLM, propuso una idea para construir un indicador simple, accionable y compatible con el Semáforo. Ella nos presentó la MUAC (Mid Upper Arm Circumference), una cinta métrica diseñada por UNICEF para detectar el nivel de desnutrición de niños menores de 5 años. Durante este piloto, Fonkozé estará calculando el nivel de desnutrición de los niños, midiendo la circunferencia del brazo y generando acciones que mejoren esta situación.

Haití fue una experiencia inolvidable que, tanto para mí como para Adriana y Roberto, mis compañeros de viaje, dejó muchos aprendizajes y esperanzas de un mejor futuro para los niños de ese país. Y aunque en esta ocasión no pudimos ahondar en cómo diseñar posibles intervenciones, sabemos que la buena implementación que hará Fonkozé, nos obligará a volver al país para seguir creando cambios positivos.

Y vos, ¿qué otros indicadores crees que podemos diseñar para abordar los problemas que afectan a la niñez a nivel mundial? Te leemos.