Una relación de ganar-ganar y productividad
Por Cristhian Sosa
Gerente de Desarrollo Organizacional de Fundación Paraguaya
Actualmente las empresas están pasando por una época de mucha competitividad. Si a eso le sumamos la necesidad constante de potencializar sus recursos para mejorar la productividad, el clima laboral entra a jugar un rol protagónico para ser un lugar atractivo para trabajar y obtener el máximo rendimiento del recurso más importante de la empresa: sus colaboradores.
¿Qué es clima laboral?
Existen múltiples definiciones de “clima laboral”, así como muchos autores que lo han estudiado. Pero, todas ellas tienen algo en común: es la percepción que tiene el trabajador de su entorno laboral y que ésta tiene una consecuencia en su comportamiento.
Para Chiavenato (2009), el clima organizacional corresponde al ambiente existente entre los miembros de la organización. Se encuentra vinculado al grado de motivación de los empleados e indica, de manera específica, las propiedades motivaciones del ambiente de la organización. Por consiguiente, es favorable cuando proporciona la satisfacción de las necesidades personales y la elevación moral de los integrantes del equipo de trabajo, y desfavorable cuando no se logra satisfacer esas necesidades.
Una relación de ganar-ganar y sus beneficios
Contar con una estrategia para gestionar eficazmente el clima laboral dentro de las organizaciones asegura la relación laboral entre colaborador y empresa, bajo el paradigma de ganar-ganar; puesto que los beneficios son tanto para colaboradores y las mismas organizaciones.
Algunos de los beneficios que se pueden lograr son: genera el “querer estar ahí”, querer ir a trabajar, querer pertenecer, es decir, potencia la marca empleadora. Se trabaja mejor porque uno se encuentra más y mejor predispuesto. El conocimiento nuevo se comparte y se pueden generar nuevas formas de trabajar; hay aprendizaje constante.
También favorece a que las mentes estén abiertas, las ideas son de todos. Se participa en las dudas y en los nuevos problemas con distintas perspectivas. Uno está más conectado con el resto, y lo que hace (uno), puede servirle a otro, generando un círculo virtuoso en donde se comienza a disfrutar lo que se hace en conjunto. Por tanto, crece la solidaridad, la confianza, el apoyo y la tensión desaparece. El día fluye y la productividad se evidencia en los objetivos cumplidos.
El clima y su importancia en la productividad
Muchos estudios realizados demuestran la influencia del clima laboral en el grado de satisfacción y motivación de los trabajadores y, por ello, en la productividad de la empresa y en la consecución de los objetivos. Es por esto que la preocupación de las empresas en cuidar su clima laboral ha sido creciente, pues se le atribuye impacto directo en el resultado de las organizaciones.
Según Sziklai (2006), menciona que en la actualidad, las personas que trabajan en las organizaciones deben cambiar su forma de pensar y adaptarse a lo que demanda la sociedad, en donde, no solo deben estar preocupados por la rentabilidad que genera la empresa, sino que deben tener muy presente al pilar más importante de la organización: los trabajadores.
Investigaciones mostradas en el libro de Daniel Goleman “El Líder Resonante crea más”, señalan: “…el impacto del clima laboral sobre el rendimiento es de un 20 % a un 30 %”; es por ello que las empresas buscan constantemente identificar oportunidades de mejoras y puntos fuertes para cerrar las brechas de satisfacción entre la organización y su gente”.
Las prácticas para generar un buen clima laboral no son una tarea fácil: depende de las características del equipo, de los tiempos y la disponibilidad, de la predisposición y de las políticas de la organización con respecto a la gestión de la cultura. Es recomendable observar, hacer un diagnóstico y luego, presentar una batería de propuestas nuevas sobre cómo se puede mejorar el clima laboral. Si ya es bueno, entonces sigamos compartiendo y hagamos que sea mucho mejor.
No hay que dejar de preguntarse, de quien es la responsabilidad de generar un buen clima de trabajo. Y es que, simplemente, la responsabilidad es de ambas partes: del colaborador y del empleador. ¡Porque uno hace al clima de trabajo todos los días! Es responsabilidad del coordinador, el líder, y es responsabilidad del colaborador y miembro del equipo. Es responsabilidad del gerente, como lo es también de quien preside el más alto rango.
